Unos días estupendos son los que están disfrutando los alumnos del colegio Sagrado Corazón con este programa de inmersión lingüística en plena naturaleza, donde los profesores nativos les acompañan en todas las dinámicas.

Tras un día lleno de actividad y después de la cena, se prepara la velada para terminar bien el día deseando que pronto llegue el siguiente. Ya en las cabañas son muchos los que hacen repaso de lo que se ha hecho, pero pronto vence el sueño y el cansancio y se espera simplemente a que la mañana depare otros momentos para la diversión y el aprendizaje.

Cuatro días dan para mucho pero siempre resultan pocos cuando uno se lo pasa bien. Más de uno es la primera vez que sale de casa tantos días y resulta toda una experiencia, como lo es también para todos aquellos padres que no ven el momento en que sus hijos vuelvan. Pero así es la vida, hay que enseñarles no sólo una formación académica si no también el ser independientes que es, al fin y al cabo, lo tendrán que ser algún día.


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