Semana 1 de campamento

Primeros encuentros, primeras aventuras (29 junio – 5 julio)

La primera semana del campamento comenzó con esa mezcla de emoción y nervios que traen los primeros días los campers.

Lo mejor fue ver cómo, desde el primer día, empezaron a conocerse, a mezclarse entre edades, a compartir juegos y risas. Nos gusta fomentar ese ambiente familiar, donde cada camper encuentra su lugar y se siente parte de algo especial.

Durante los días sin excursión, las mañanas comenzaron con clases de inglés con dinámicas divertidas. Los profesores, con mucha experiencia y cariño, lograron que incluso los más tímidos se animaran a participar. Después del recreo —con un snack que siempre es bien recibido— pasamos a actividades deportivas y lúdicas en inglés, donde el idioma se convierte en parte del juego. Por la tarde, tras los talleres creativos, llega uno de los momentos más esperados: la merienda y el rato en la piscina, con fútbol y voley para los más activos.

Pero si algo marcó esta semana fueron las excursiones. La primera fue un paseo por la naturaleza, donde los niños exploraron el entorno. La segunda fue a León capital, una jornada llena de descubrimientos: visitamos la catedral, participamos en Furor Amarillo —una actividad lúdica que sacó carcajadas a todos— y comimos en el parque de San Francisco, rodeados de árboles y buen humor.

Cada día ha sido una pequeña aventura, y lo más importante: todos los campers, independientemente de sus necesidades o circunstancias, han sido parte activa del campamento. Nos esforzamos por que cada uno se sienta escuchado, cuidado y feliz.